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La gran mayoría de las personas evalúan una relación de pareja como buena cuando los dos están fuertemente enamorados, es decir que asocian la calidad de la relación de pareja con la intensidad de las emociones y la euforia de la atracción.  Lamentablemente esta percepción es muy común, pero es totalmente errada.  Pero todos queremos saber ¿Qué es una buena relación de pareja? ¿Cuáles son los factores que lo determinan? Veremos algunas reflexiones al respecto.

Casi todo el mundo percibe una relación como buena cuando hay mucha atracción, pasión y química. En realidad, la pasión es como fuego, mientras más arde, más rápido se consume. Un enamoramiento fuerte es un estado un poco febril, que es muy bonito, que proporciona mucho placer, pero altera considerablemente la realidad. Así que una relación altamente pasional no garantiza en absoluto que va a ser duradera, ni gratificante. Todos conocemos numerosos casos de las relaciones de pareja muy intensas, pero muy cortas. También hemos visto muchos ejemplos de las relaciones de gran pasión, pero tormentosas, inestables y hasta tóxicas. ¿Qué es lo que necesita una relación para ser estable y gratificante?

Para que una relación de pareja sea duradera se necesitan otras condiciones. Podríamos decir que existen ciertas técnicas para llevar una relación de pareja agradable y estable. Hay muchas personas que lo hacen bien, tal vez llevados por su propia intuición, tal vez porque lo han aprendido de manera inconsciente, pero la mayoría no lo hacen bien, por la sencilla razón: no han tenido la oportunidad de aprender ciertas pautas. ¿Cuáles son estas “técnicas” poderosas?

1 – Tener expectativas reales. Es muy importante tener claro cuál es el objetivo de tu relación de pareja.  Hay muchas personas que se involucran en las relaciones por motivos equivocados, de esto hemos hablado mucho en otros artículos. Por ejemplo, si buscas la pareja para que te solucione la vida, es seguro que te llevaras una decepción y un fracaso en tu relación, ya que nadie es capaz de brindarte una solución completa.  Si tienes suerte y encuentras una pareja que solucione una gran parte de tus problemas, siempre tendrás la sensación de que falta algo más. Esta relación nunca tendrá la sensación de plenitud. En pocas palabras, si tienes expectativas sumamente elevadas, las posibilidades de fracaso serán muy altas.

2 – Alimentar la relación día a día. Una relación de pareja no se puede mantener por el amor inicial. Es vital llevar un día a día bien llevado, con detalles agradables, con una atención de uno al otro, buscando siempre crear vivencias agradables y placenteras. Para mantener una relación de pareja vibrante, es imprescindible usar la creatividad y hacer inversiones. ¿Qué tipo de inversiones? Inversión de tiempo: Pasar tiempo de calidad con tu pareja. Inversión de esfuerzo: Esforzarte para que tu pareja se sienta bien contigo. Inversión de dinero: hacer regalos, sorpresas agradables, hacer cosas de interés y placer para ambos. La relación no puede ser sostenible si no se le dedica tiempo, si no se le presta la atención, si no se le brinda apoyo a la pareja, si no  hay proyectos en conjunto, si no pasamos tiempo juntos, si nunca nos divertimos juntos,  si no escuchas a tu pareja, si nunca la acaricias, si nunca haces cosas que le agradan.

3 – Mantener la reciprocidad. El equilibrio es vital. Cuando uno de los dos da más de lo que recibe, a la larga se acumula la frustración y el dolor, que acaba por romper la relación.  Cuando se vive una dinámica de falta de equilibrio, es urgente establecer el dialogo y descubrir las razones de lo que está pasando para tomar las medidas de lugar. Muchas personas cometen el error de aguantar pensando que el tema se solucione solo con el tiempo. Lo que pasa en el tiempo es que la pareja se va a ir alejando más, haciendo la solución cada día más difícil y puede llegar a un punto donde no hay retorno. La reciprocidad es una de las condiciones claves para mantener una relación estable.

Ya sabemos que la intensidad de emociones o del enamoramiento no es un factor que determina la calidad de la relación, los otros factores que contribuyen al éxito de la relación de pareja

4 – Manejar las diferencias. No tener miedo a los problemas. Por más buena que sea la relación, las diferencias forman parte de la convivencia. En vez de tenerle miedo, o ignorarlas, o pensar que se solucionaran por si solos, es importante atenderlos de inmediato, pero de forma positiva, escuchando al otro, comprendiendo al otro, negociando, llegando a los acuerdos y respetando los acuerdos que hayan establecido. Todas las parejas pasan por su periodo de crisis, pero la crisis es una magnífica oportunidad de reinventar la pareja, de modificar la dinámica, de buscar soluciones creativas, de crecer juntos.

5 – La conexión con la esencia de la persona. Es lo que alimenta una relación y la hace crecer. Muchas veces valoramos las cualidades positivas de la pareja, olvidándonos de lo que es. Por ejemplo muchos hombres elogian a su esposa, diciendo que es buena madre, buena compañera, buena ama de casa, buena profesional, etc. Igual las mujeres aprecian cuando su hombre es trabajador, buen proveedor, buen padre. Todo esto está bien y es verdad, pero no es suficiente para alimentar la relación. Lo que la alimenta es el disfrute de la esencia, de la personalidad: gustar de cómo habla la pareja, como mira, como se ríe, como percibe las cosas. Es importante disfrutar a la pareja, no para que sirve esta persona.

6 – La relación debe ser activa. La vivencia de ahora debe ser amorosa, cálida, tierna, enriquecedora. Es imposible vivir del pasado, recordando siempre lo que era, pero ahora ya no es. La relación debe ser aquí y ahora. Si tu relación era muy linda en el pasado, pero en el presente no te proporciona el bienestar, es preciso evaluar ¿hasta dónde pretendes llegar con esta relación?

7 – Empatía y Apoyo. Mantener la libertad para expresarse sin ser juzgado o juzgada, contar con la comprensión de la pareja para expresar los sentimientos difíciles, tales como la decepción, la duda, sentimiento de vacío, frustración, etc. Son emociones confusas, pero es necesario expresarlos para encontrar el camino de salir adelante juntos.  Una relación de pareja en la cual existe la posibilidad de expresar los sentimientos difíciles generalmente es una relación de muy alta calidad.

8 – La complicidad.  Es la sensación de que yo no estoy solo o sola. Es tener un compañero que me entiende, que me compre, que me apoya, con quien puedo hablar. La complicidad es algo que une mucho a la pareja, le da la sensación de que “somos uno”. Las parejas que mantienen la sensación de complicidad tienen muchas más posibilidades de salir adelante en una crisis.

Trucos de buena relación:

  1. Lo que quieres, pídelo directamente. No esperes que tu pareja adivine tus deseos o necesidades.
  2. Poner en la relación todo lo que tengas, sin límites ni reservas.
  3. Escucha a tu pareja, solo así aprendes de él o de ella.
  4. Acaricia a tu pareja, es la mejor forma de conectarse con la esencia de tu pareja.
  5. Comunica a tu pareja lo importante que es para ti.