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Una de las características del mundo globalizado en el cual estamos viviendo en tiempos actuales es que las posibilidades y las necesidades de separación que enfrentan las parejas se han incrementado de manera dramática. En las últimas décadas las personas aumentaron de manera considerable la frecuencia de sus viajes por diversas razones.  Cada día más las parejas enfrentan la necesidad de separarse por alguna razón, tanto para un tiempo corto, como por un tiempo bastante largo. Esta realidad tanto les afecta a las personas jóvenes, que apenas están iniciando una relación, cómo a las parejas solidas, que ya han convivido cierto tiempo juntos y por alguna condición de trabajo o familiar tienen que separarse por un tiempo determinado. Hasta podemos hablar de que todas las parejas en algún momento de su vida o en alguna etapa van a tener que separarse por alguna razón, lo cual es parte de la vida en un mundo moderno.

Estas situaciones provocan muchas dudas y confusiones, generan las emociones de angustia y ansiedad. Las personas no saben cómo manejar esta situación. ¿Cómo comportarse? ¿Cuales expectativas tener? Se preocupan por el futuro de la relación.

Ciertamente una relación a distancia presenta un desafío importante y es necesario armarse de las herramientas para poder manejarse de manera efectiva. Veamos algunas reflexiones al respecto.

¿Que implica una relación de pareja a distancia?

Lo primero que hay que entender y asimilar es que la distancia va a traer un cambio importante en la dinámica de la pareja. La distancia representa una nueva realidad en la vida de los dos y a partir de esta realidad existen varias posibilidades de la relación en el futuro. Y es cierto que la relación puede verse amenazada, lo cual es muy angustiante.

Por más amor que une a la pareja y a pesar de un fuerte deseo de conservar la relación, es imposible establecer un compromiso infalible de mantener la relación a distancia, sencillamente porque la realidad va a cambiar y la relación misma se tiene que cambiar.

Es imposible y poco sensato mantener las mismas demandas y expectativas que existían en la relación cercana. Al enfrentar el cambio de las condiciones, lo más recomendable es analizar la nueva situación y aclarar las expectativas de ambos, planteándose las siguientes interrogantes:

  • ¿Qué espero yo en esta nueva forma de la relación?
  • ¿Qué puedo dar yo en esta relación?
  • ¿Qué no puedo dar?
  • ¿Que espero de mi pareja?
  • ¿Hasta qué punto me siento comprometido o comprometida con esta relación?
  • ¿Qué futuro le veo a la relación?

Es recomendable que primero cada miembro de la pareja reflexione individualmente sobre estas preguntas y luego compartan sus reflexiones.

Dependiendo de las respuestas a estas interrogantes se desarrolla la nueva dinámica de la relación y se establecen las reglas de su manejo.

¿Qué puede pasar con una relación de pareja a distancia?

Es muy interesante, pero una separación a distancia en una relación de pareja servirá cómo un espejo de la misma relación, en el cual será reflejada la solidez y la calidad de esta, por lo cual en cualquier situación particular puede haber dos posibilidades:

  1. Una relación de pareja a distancia puede crecer y fortalecerse, ya que le permitirá a la pareja valorar más uno al otro, de establecer una comunicación mucho más fluida e intima, lo cual propiciará que el otro sea parte de la vida, que sea un compañero, que el vínculo entre los dos sea fortalecido. Al superar la distancia la pareja se verá mucho más fuerte en la relación, más unida y comprometida de superar cualquier obstáculo en el futuro.
  2. De igual manera puede pasar que la separación refleje la poca solidez, la falta de conexión y la misma se vaya a desvanecer. Al separarse cada uno tendrá la oportunidad de darse cuenta de cuales cosas no quiere tener en su vida, de la necesidad de conocer las nuevas oportunidades, de revaluar su vida y dentro de su vida, su relación.

¿Qué podemos hacer para manejar mejor una relación a distancia? ¿cuáles son los puntos clave?

La recomendación tal vez más importante es que la relación de pareja no puede ser el centro de la vida, no es bueno concentrar todo el esfuerzo y toda la energía sólo en la pareja. Las relaciones de pareja forman parte muy importante en la vida, pero funcionan mucho mejor cuando van a la mano con otros proyectos importantes, que no sea lo único que ocupa la mente y las actividades. De esta manera se descarga la tensión en la relación, y la misma fluye mucho más natural, presentando menos conflictos.

Cada persona necesita tener claro su Proyecto de Vida, su autorrealización creativa cómo individuo. La relación de pareja sana siempre forma parte de la base del bienestar, pero nunca debería convertirse en el propósito más importante de la vida de ninguno de los dos.

Cuando esta condición se cumple, es importante ver la separación como una oportunidad de crecer tanto como persona y también como pareja. El tiempo que no pueden pasar juntos puede ser utilizado para aspectos productivos o creativos. Por ejemplo, dedicarse a los estudios, a aprender cosas nuevas, a aprender un idioma extranjero, a compartir con la familia y amigos, para hacer deportes, etc. Lo más importante es ocupar el tiempo de manera productiva, lo cual desvía la atención y ayuda a superar la nostalgia y la ansiedad.

Otro aspecto importante es evitar las demandas imposibles, aclarar e eliminar las expectativas que no pueden ser cumplidas. Es imposible esperar que la persona que se aleja tenga la misma calidad y la frecuencia de los contactos, que el cariño sea manifestado de la misma forma como se hacía antes, es imposible que la pareja comunique absolutamente todo lo que le está pasando, todo lo que hace, todo lo que siente, etc.  Por lo que es poco sensato pelear, reclamar o exigir las cosas que son difíciles de mantener en las nuevas circunstancias.

Otra recomendación es enfocarse en todo lo que une a la pareja y no en lo que los separa. Es recomendable mantener la comunicación sobre los puntos de interés en común, en las actividades que pueden compartir, en las noticias que pueden comentar juntos, y más que nada compartir los proyectos que desarrolla cada uno de manera individual, compartir los momentos de logros y éxitos y también compartir las dificultades y los desafíos. A pesar de la distancia la pareja puede darse mutuo apoyo uno al otro, ser amigo o amiga más cercana para compartir las emociones, para compartir el mutuo crecimiento, celebrar juntos los éxitos y los logros.

Pero por más esfuerzo y deseo que exista entre los dos, a veces es inevitable que uno de los dos comienza a alejarse, a comunicarse con menos frecuencia y con la menor calidad.

Cómo tener una relación de pareja a distancia exitosa

¿Qué puede hacer la pareja cuando sienta que la relación se está perdiendo? Ciertamente es una situación muy difícil y dolorosa. Veamos las reflexiones sobre este tema.

Antes que nada hay que recordar que cualquier relación afectiva tanto cercana, como a distancia, implica un gran riesgo. No siempre las cosas salen bien, es decir que en cualquier relación siempre existe la posibilidad de que la relación no funcione, que las cosas no salgan tal como quisiéramos. La gran mayoría de las relaciones que se inician en algún momento se terminan por cualquier razón y a veces sin razón, sino que por el desgaste.

Cuando dos personas se conocen y se enamoran es obvio que tienen un gran deseo de permanecer juntos. Pero una relación implica un proceso que no siempre funcionará de manera exitosa. Para el caso de una relación a distancia es importante tener en cuenta que las posibilidades de que esta relación fracase son mayores, ya que los riesgos que se enfrentan son mucho más grandes.

En caso de que realmente la relación a distancia no funciona es importante reconocer esta situación y aunque duele mucho, es necesario conectarse con el dolor. Duele mucho cuando uno de los dos todavía permanece en el interés de la relación, con el afecto hacia la pareja, mientras que el otro comienza a dar señales de enfriamiento. Este dolor hace que la gente comience a aferrarse más, a luchar para que la relación continúe a pesar de todo, o se convierten en una víctima.

Cuando uno está pasando por el enfriamiento en la relación de pareja es importante mirarse a sí mismo y reflexionar sobre los propios sentimientos y analizar ¿qué es lo que te produce el mayor dolor? ¿Cuál es tu carencia afectiva? ¿Qué es lo que más te hace falta? Es mejor ser valiente y aceptar la realidad del término de la relación. No ignorar lo que está pasando.

Otro aspecto importante es hablar con la pareja de una manera directa y clara para saber cuáles son sus expectativas, sus deseos y sus planes. Es importante que esta conversación no tenga el tono acusatorio, ni de reclamación. El que se siente presionado y acusado tal vez no se sentirá valiente en comunicar la verdad, alargando con esto el proceso doloroso de la ruptura.

Es mejor crear un ambiente de confianza y madurez para esta conversación, proyectar que tienes capacidad para tolerar la verdad. De esta manera se permitirá que la otra persona sea sincera en expresar sus sentimientos, sus dudas, sus frustraciones. Mientras más clara sea la comunicación y mientras más claras están las cosas entre los dos, más fácil será poder establecer los acuerdos y hacer los planes para el futuro.

Si la relación definitivamente da señales de deterioro y se va a terminar, es muy importante dejarlo fluir, no luchar, no aferrase, no insistir, no reclamar, porque las cosas forzadas generalmente no dan buenos resultados.  El amor debe ser libre, no puede ser obligatorio, ni forzado. Ciertamente dicen los sabios: “Lo que amas, déjalo libre…”

Al aceptar el término de la relación es importante hacer el duelo, reflexionar sobre las carencias afectivas que están provocando el dolor en ti. Reflexionar sobre sí mismo, sobre las expectativas de una relación de pareja. Sobre sus ilusiones, anhelos y las necesidades afectivas.

Las acciones más importantes que se deben tomar es trabajar la sanación de la herida emocional a través del perdón y la aceptación.

Infidelidad en una relación de pareja a distancia

En una relación a distancia es muy frecuente que uno de los dos haya sido infiel a su pareja que se encuentra distante. ¿Qué podemos hacer en este caso? ¿Cuál es la mejor manera para manejarlo?

Es importante recordar que una infidelidad duele mucho en cualquier relación. La infidelidad es un acto de traición, rompe nuestra confianza, separa a la pareja, implica la interferencia de una tercera persona entre los dos, por lo que la infidelidad siempre es dolorosa.

Una relación a distancia aumenta las posibilidades de la infidelidad, ya que no satisface las necesidades básicas y esenciales por las cuales las personas adultas establecen una relación de pareja: Para sentir cercanía, contacto físico, vivir la sexualidad sana.

Una relación madura y comprometida implica tener relaciones sexuales frecuentes y gratificantes, lo cual se hace imposible en una relación a distancia.

De igual manera en una relación a distancia es imposible mantener una conexión de la intimidad, de caricias, besos, abrazos, sentir la presencia física del otro, sentir su olor, su aliento, etc. Es un espacio de caricias físicas, que es muy rico y gratificante, lo cual se pierde en una relación a distancia, mientras que la necesidad permanece.

Otro aspecto que no se puede olvidar es que lo que enriquece una relación de pareja es la diversión compartida: ir al cine, salir a bailar, a cenar, etc. estas actividades también se hacen imposible en una relación a distancia.

Al mantener una relación a distancia, con el paso del tiempo uno de los dos o los dos comienzan a experimentar las carencias y las necesidades sexuales, las de intimidad y de la diversión.  Así que en una relación de pareja a distancia no se satisfacen muchas necesidades de las personas adultas, lo cual ocasiona que las posibilidades de la infidelidad aumenten.

Cuando la infidelidad ocurre, es importante no ignorar la situación, no comportarse como que nada ha pasado, lo cual ciertamente puede complicar aún más la situación.  Es mucho más importante mirar lo que está pasando, reflexionando:

¿Qué significa esto para mí? ¿Cómo lo voy a manejar? ¿Puedo entender y ser flexible o necesito terminar la relación? ¿En qué lugar voy a poner lo que ocurrió? 

Antes de tomar cualquier decisión es importante diferenciar una relación momentánea, que ocurre por impulso, motivada por las necesidades humanas y una relación madura y estable que tiene un tiempo largo de intercambio afectivo, sexual e íntimo. Entender esta diferencia y asimilarla ayuda a manejar la situación de una manera favorable.

La persona que está enfrentando la infidelidad de la pareja debe mirar su capacidad de aceptación. Si esto no es posible, la relación se terminará. Pero si tu decisión es continuar con la relación, puedes hacerlo, pero sin el resentimiento, sin heridas, sin hacerse la víctima.

No existen consejos, ni recetas para manejar la infidelidad en la pareja porque es una situación muy profunda y dolorosa, la cual cada uno debe tomar su posición al respecto y enfrentar la realidad de la vida.

 

Mis recomendaciones más importantes son las siguientes:

  1. La situación de distancia debe ser DEFINIDA en el tiempo. ¿Cuánto tiempo se va a prolongar? Este tiempo debe tener fecha límite. Las relaciones a distancia infinitas, cuando no sabemos cuando se va a acabar la distancia no funcionan. Si esta es la situación, la recomendación sería terminar la relación por las buenas y separarse con amor, siendo dos personas maduras y responsables. Cómo dice un refrán: “es mejor un fin con dolor, que un dolor sin fin”.
  2. Tener claro y definido el objetivo de la separación: ¿Qué queremos lograr? Por ejemplo: Un diploma universitario, una promoción en la carrera, un negocio nuevo, etc. Al final del tiempo de la separación hay que confirmar que este objetivo ha sido logrado.
  3. Establecer los límites y expectativas claras de las conductas de los dos. Por ejemplo, no se recomienda estar comunicándose de manera caótica y permanente, esto crea los malentendidos y quita la energía de productividad. Es mejor establecer los espacios de tiempo para la comunicación: Por ejemplo, todos los días a las 8PM, los fines de semana a las 9AM. Es importante que sea cómodo para los dos.
  4. Canalizar y comunicar las emociones de una forma clara y constructiva. Por ejemplo: “Me sentí molesta porque no me respondiste a la hora acordada” en vez de “Tu nunca me respondes”.
  5. Expresar de una manera clara lo que deseas, no esperar que el otro adivine.